martes, 24 de mayo de 2016

The Way to Fight (1996)

¨The Way to Fight¨ es una semidesconocida película de la primera etapa de Takashi Miike que me ha gustado mucho, mucho más de lo que me esperaba.

Como en todas las películas que hizo para el mercado del direct-to-video japonés (el V-Cinema), Miike se sirve de la libertad creativa que otorga este medio para ofrecernos la historia de la simpática rivalidad entre dos personajes destinados a enfrentarse a modo de catarsis.

Estilísticamente, la película comienza con un montaje acelerado marca de la casa Miike tal y como ya lo hiciera ¨Shinjuku Triad Society¨, y llevado hasta el paroxismo más tarde con la estupenda ¨Dead or Alive¨. El resto de la cinta transcurre con una fluidez pasmosa, llevándonos de unas reposadas y emotivas escenas donde se nos muestra la vida privada de los personajes, sus problemas personales, a otras escenas donde la acción es predominante, destacando unas luchas bastante bien filmadas.

He de reseñar que esta película me ha resultado una especie de puente entre la encomiable ¨Fighting Elegy¨ de Seijun Suzuki, y la posterior ¨Crows Zero¨ (y secuela) del propio Miike. De la obra de Suzuki de 1965 recoge la temática de los estudiantes problemáticos, abocados a la lucha como vía de escape a sus frustraciones y problemas personales. Y ¨The Way to Fight¨ resulta un claro precedente de ¨Crows Zero¨ en tanto en cuanto muestra una ambientación similar (aunque no tan decadente), rivalidad entre escuelas parecida, la misma relación odio/respeto entre los estudiantes rivales, numerosos toques humorísticos, luchas multitudinarias... ¡Incluso el sonido de fondo de los cuervos está aquí ya presente en algunas escenas!

No en vano el protagonista de ¨The Way To Fight¨, Kyôsuke Yabe, tendría también un papel destacado en las dos entregas de ¨Crows Zero¨ dirigidas por Miike.

Centrándonos de nuevo en la obra que nos ocupa, hay que destacar la profunda carga emocional que consiguió Miike al retratar a estos complicados personajes, que es uno de los principales aciertos del film, y lo que hará que nos atrape irremediablemente hasta el final. De ese mismo modo, también habría que elogiar la divertida banda sonora, y el sensacional montaje.

En definitiva, ¨The Way to Fight¨ es una cinta un tanto diferente si nos atenemos a esta primera etapa de Miike, al alejarse de la habitual temática yakuza que trabajaba en esta época... Pero que muestra las señas de identidad de un cineasta que poco a poco se iba labrando una auténtica personalidad a base de esfuerzo y de imprimir su inconfundible sello en productos puramente de encargo.

Muy recomendable, y una película a reivindicar.


Puntuación: ****

Fudoh: The New Generation (1996)

¨Fudoh¨ es la cinta que terminó de poner a Takashi Miike en la palestra, tras llamar la atención con sus acertadas películas de Yakuzas en la primera mitad de los 90.

Aquí ya nos encontramos con la gran eclosión del estilo de acción made in Miike, que se caracteriza por una cámara ágil, grandes escenas de lucha, personajes extravagantes capaces de llevar a cabo las acciones más imprevisibles, y algunas situaciones en principio incoherentes pero que aportan ese toque especial y tan admirado en el cine de este gran director japonés.

¨Fudoh¨ nos presenta la historia de venganza del hijo de un yakuza que se forja su propio camino para ir ascendiendo en el imperio del crimen, tomando la escuela donde estudia como escenario principal. Por este motivo, esta cinta está en cierto modo emparentada por las dos notables entregas de ¨Crows Zero¨, realizadas hace pocos años por Miike.

Por lo demás, destaca la presencia del gran Riki Takeuchi (estrella junto a Sho Aikawa de la saga ¨Dead or Alive¨) y las alocadas escenas de acción que sin duda tuvieron gran influencia sobre Tarantino a la hora de rodar ¨Kill Bill¨. Quien haya visto las dos cintas, sabrá de lo que hablo.

De lo mejor de la primera etapa de Miike.


Puntuación: ****

Ley Lines (1999)

Plenamente consciente de que las salidas de tono son su seña de identidad y de que lo extravagante forma parte inherente de su cine, Takashi Miike filmó la tercera parte de su llamada Trilogía de la Sociedad Negra en un estilo nihilista y algo distanciado de sus personajes.

Quizá esto radica en la falta de profundidad de dichos personajes, debido a un guión algo endeble que nos presenta una historia simple y poco elaborada que no termina de enchanchar como debiera, y que nos deja algo insatisfechos al final por la gran cantidad de agujeros que no logra llenar en ningún momento.

Sin embargo, Miike logra salvar los muebles con su cámara ágil que recorre los bajos fondos de Tokyo como ningún otro director ha sabido hacer. Y por supuesto, también consigue mantenernos en vilo con esa agresión constante al espectador mediante acciones imprevisibles, situaciones surrealistas y contadas explosiones de violencia (bastante misógina, todo sea dicho)

Y en lo que el talentoso director nipón triunfa también sin duda es en el mensaje que nos quiere transmitir, claro como el agua: no hay un camino rápido al éxito y al dinero. Intentar andar ese camino suele terminar en fracaso... Y más, si eres un marginado social como los protagonistas de esta cinta.

Y es que Miike trata aquí otro de sus temas predilectos: el de la marginación y exclusión social que sufren los emigrantes o sus hijos. Si en ¨Rainy Dog¨ nos contó el sufrimiento de un japonés exiliado en Taiwán, aquí nos muestra lo contrario.... Las dificultades de unos jóvenes descendientes de chinos en Japón.

Y aunque no se puede decir que ¨Ley Lines¨ sea a una gran película, sí que al final nos deja esa extraña sensación a caballo entre la producción barata de clase B y el cine de arte y ensayo. Y es que este hombre, sorprendentemente, es capaz de sacar algo aprovechable y con trasfondo de casi cualquier material.

En otras manos, ¨Ley Lines¨ hubiera sido probablemente una cinta mediocre y rápidamente olvidada... En manos de Miike tenemos un producto irregular, pero muy interesante y de recomendable visionado para cualquier aficionado al cine oriental.


Puntuación: ***

Rainy Dog (1997)

Excelente muestra de cine de Yakuzas noventero, a cargo del gran renovador del género: Takashi Miike.

Aquí nos encontramos a un Miike ya maduro y con las ideas bien claras, tratando uno de sus temas predilectos, concretamente el vivir en el exilio, ofreciendo un retrato descarnado y sucio de los bajos fondos de Taipei. No en vano, ¨Rainy Dog¨ es la segunda entrega de la llamada ¨Trilogía de la Sociedad Negra¨, iniciada dos años antes con ¨Shinjuku Triad Society¨ y seguida en 1999 por ¨Ley Lines¨.

Destaca esa extraña poesía visual de Miike, con una fotografía oscura y húmeda, que ofrece un magnetismo único incluso cuando no ocurre nada especial en pantalla. También ayuda mucho a conseguir la excelente ambientación de la que goza la cinta la buena música de Kôji Endô, que acompaña muy bien a esa sempiterna lluvia que tanto peso tiene en la trama.

Shô Aikawa, habitual en el cine de este director también borda su solitario y violento papel.

Por lo tanto, ¨Rainy Dog¨ es en mi opinión una de las mejores películas de las que Miike realizó en los años 90, más melancólica y menos esquizofrénica de lo que suele ser su cine de acción pero conservando 100% el incomparable estilo y buen hacer del genio japonés. 



Puntuación: ****

lunes, 23 de mayo de 2016

Crows Zero (2007)

Brutal cinta de peleas callejeras de Takashi Miike, adaptación del manga ¨Crows¨ y que nos sumerge de lleno en un mundo adolescente alternativo, deformado y violento. Pura alegoría, vaya.

En este sentido, la cinta de Miike podría interpretarse como otra vuelta de tuerca al concepto expuesto en ¨Battle Royale¨ de Kinji Fukasaku. Pero en lugar de ofrecer castigo a los violentos e indómitos adolescentes, los profesores de ¨Crows Zero¨ asisten impotentes a la furia de los alumnos del instituto Suzuran. Son ellos, los alumnos, los que imponen las reglas. Y entre ellos luchan para instalarse en la cumbre.

Con este punto de partida, asistimos a una cinta que nos ofrece una historia bien hilvanada y emocionante, más humor de lo que suele ser habitual en el cine de Miike (aunque justo los momentos humorísticos son los más flojos del film...) y unas escenas de combates sencillamente espectaculares. Sólo hace falta ver excelsa batalla final para comprobarlo. Una violenta y sucia delicia, sí señor.

Por lo demás, destacar la excelente banda sonora, un reparto repleto de rostros jóvenes muy bien elegido, y el mensaje aleccionador y antiviolento que destila la historia... ¡Es que Miike en el fondo es un pacifista!

Así que en mi opinión, ¨Crows Zero¨ es una más que recomendable película de acción, que gustará a los que busquen cine de adolescentes diferente, y hecho con auténtica maestría.


Puntuación: ****