sábado, 21 de julio de 2012

Bodyguard Kiba (1993)


¨Bodyguard Kiba¨ es una de las primeras películas de Takashi Miike, y quizá, la más antigua que se puede conseguir de este director. Fue lanzada, como otras muchas al principio de su carrera, directamente al mercado de vídeo, pero inmediatamente se convirtió en un relativo éxito que le facilitó a Miike comenzar con su ingente producción cinematográfica.

Ahora, casi 20 años después y tras conocer la obra posterior de Miike, es curioso visionar este ¨Bodyguard Kiba¨ por varias razones. Primera, porque ya tenía el sello de su director... Este tipo tiene el talento en la sangre. No le hacía falta mucha experiencia, ni años de carrera, para poder agarrar este guión adaptado de un manga (del mismo del que fue adaptado ¨The Bodyguard¨ con Sonny Chiba en 1973), darle la vuelta a su antojo e imprimirle su inconfundible estilo (o mezcla de estilos, para ser más concretos)

La película se conserva visualmente fresca gracias al buen hacer de Miike y al nervio de las escenas de acción (bien filmadas, con más artes marciales de lo que suele ser habitual en él), y no se puede dejar de apreciar cierto trasfondo moralista en la historia, algo perenne en la filmografía del autor. Vemos como unos personajes que al principio son algo planos, luego se van llenando de recovecos provocando la empatía en el espectador y enganchándonos a la historia. Nadie como Miike sabe imprimir tanto carisma a sus roles. Tanto protagonistas como antagonistas.

También resulta estimulante ver como otras características del cine de Miike ya se encontraban aquí... Salidas de tono ciertamente divertidas, retrato de los bajos fondos urbanos, malos con un toque socarrón e irónico, violencia súbita y explícita, algo de sexo enfermizo, escenas de acción brillantes... Puro y duro Miike, vamos.

Por ejemplo, esas escenas de los yakuza en la azotea de un edificio, recuerdan irremediablemente a la trilogía ¨Dead or Alive¨...

Así que no me queda sino recomendar esta película a cualquier seguidor del genial director nipón, ya que pese a que no se encuentra a la altura de posteriores trabajos, sí que nos ofrece una hora y media de diversión, y muchos puntos en común con el resto de su filmografía.

Bastante recomendable, en definitiva.


Puntuación: ***

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